Joe Rayburn es gerente de Aplicaciones de Clientes en UPS. A continuación, comparte una historia personal sobre lo que realmente significa ser auténtico en el trabajo.
“Lo que eres no encaja en nuestra empresa ni en nuestra moral”.
Esas palabras me afectaron profundamente cuando me despidieron al principio de mi carrera profesional. ¿El motivo de mi despido? Era gay.
Era joven. Me había esforzado mucho para encontrar ese empleo. En realidad, era un regalo del cielo, o al menos eso pensaba yo.
Pero allí estaba… desempleado… no por falta de desempeño o por un esfuerzo deficiente en el trabajo, sino simplemente por ser quien era.
Estaba devastado, y la experiencia dejó una marca indeleble en mi trayectoria profesional.
Así que cuando empecé a trabajar en UPS en 2005, volví al clóset.
Una vida en el clóset
Había sido gay abiertamente desde mediados de los noventa, cuando tenía 16 años y siempre había pensado en mi sexualidad como en mi pelo marrón y mis ojos color avellana: era parte de quien yo era. Solo que ahora, no lo era.
Estar en el clóset es terrible. Hay que estar con un juego de pronombres. Siempre hay que estar hiperconsciente de con quién uno habla y qué comparte. Tiene que ocultar activamente la mitad de lo que es y al mismo tiempo intentar concentrarse en el trabajo. Es un enorme drenaje mental y emocional.
De hecho, Harvard Business Review encontró que los trabajadores LGBTQ que están en el clóset tienen un 73 % más de probabilidad que los empleados que no están en el clóset de marcharse de esa empresa en un plazo de tres años.
Vi un futuro posible en UPS. Mi primera oportunidad de una carrera real, pero no quería poner mi puesto en riesgo.
En unos meses, me acerqué al supervisor. Entonces supe que la orientación sexual estaba incluida en la política antidiscriminación de UPS, y que lo había estado durante años.
Saliendo del clóset, de nuevo
Así que volví a salir del clóset.
La decisión no fue fácil, y me provocó unas pocas noches de insomnio.
Nunca olvidaré cuando, sentado frente al escritorio de mi gerente de Ventas con la inquietante combinación de boca seca y palmas sudorosas, intentaba forzarme a decir las palabras. Solo puedo imaginar lo que pensó mi jefe que yo quería hablar.
Quería decirle que soy gay y que estoy en una relación seria, lo solté de una vez, antes de quedarme callado y apoyar la espalda en el respaldo mientras expulsaba el aire para esperar la respuesta.
Fue la mejor decisión de mi vida. Después me enteré de que UPS tiene una cultura increíble e inclusiva. Me animaron a ser auténtico en el trabajo.
Darme cuenta de eso, me libró de un enorme peso y ha intensificado mi relación con mi familia de UPS. También me sirvió como motivación personal para mostrar a UPS que su inversión en mí no estaba perdida.
En otras palabras, para UPS, no era solo lo correcto. Era lo correcto para la empresa.
Ser uno mismo
Cuando UPS anunció la creación de grupos de recursos empresariales, sentí un llamado para iniciar un grupo de LGBTQ y aliados para brindar apoyo a personas como yo.
A lo largo de los años, ha habido mucho trabajo con algunas personas realmente asombrosas y apasionadas. Hemos dedicado miles de horas de voluntariado a recaudar decenas de miles de dólares para jóvenes sin hogar. Hemos rellenado mochilas para familias de bajo nivel de ingresos. Hemos llenado despensas de alimentos, pintado refugios y entregado alimentos a los enfermos.
Esto sucedió porque trabajo para una empresa que me ve y me acepta por lo que soy.
He tenido muchas sorpresas en el camino. El apoyo proviene de personas de todos los colores, orígenes y orientaciones sexuales.
Me gustaría recordarles a todos que le demuestren a una persona LGBTQ que es aceptada. No se necesita un gran gesto. Los momentos más transformadores son a menudo los momentos más pequeños.
Para mí, fue leer la política antidiscriminación de UPS, lo que me dio el valor para salir del clóset.
Sea esa persona para alguien más: Deje que esa persona sepa que cuenta con su apoyo.
Al hacerlo, le ayudará a ser auténtica en el trabajo cada día. Estos pequeños actos provocarán grandes cambios.
Después de todo, soy la prueba viviente del poder transformador de la autenticidad.