Criar hijos es difícil y criar hijos como madre LGBTQ presenta desafíos únicos.
Barbara Alayon, gerente de proyectos de corretaje y empleada de UPS desde hace 23 años, y su esposa Michelle tienen dos hijos, Marcel (17 años) y Dominic (20 años). En familia, disfrutan de la música, los viajes familiares, acampar y cocinar juntos. Actualmente, están viendo una serie de películas clásicas.
Barbara define la maternidad como “amor incondicional con respeto mutuo” y dice que le resultó fácil gracias al gran ejemplo que dio su propia madre.
“Uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos es quién mima a quién en el Día de la Madre”, bromeó Barbara. “Sin embargo, sinceramente, siempre nos hemos propuesto ser abiertas y honestas con nuestros dos hijos. Descubrí que estaba más preocupada por cómo los demás veían a mis hijos por tener dos mamás que mis hijos”.
También ha descubierto que compartir historias familiares es una forma poderosa de conectarse con otras personas que podrían juzgar a las familias LGBTQ. “Contar tu historia desmitifica, ilumina y permite que otros vean que tenemos las mismas esperanzas y temores, desafíos y alegrías, y altos y bajos que otros padres”.
Al igual que otras familias, Barbara, Michelle y los niños intentaron aprovechar al máximo el estar en casa durante la pandemia, creando espacios para el trabajo y la escuela.
Creamos espacios deliberados designados para el trabajo y la escuela”, dijo Barbara. “Cuando termina el día, apagamos los ordenadores y nos centramos en la familia. Durante este último año, Marcel descubrió su talento oculto para tocar la guitarra y he tenido la suerte de ejercer de miembro del público. También le he estado enseñando a Dominic a cocinar mientras no está en la universidad y me han dicho que se ha vuelto bastante bueno”.
Barbara también preside el Grupo de Recursos Empresariales (Business Resource Group, BRG) de Aliados y LGBTQ para Canadá y América Latina. El grupo se esfuerza por crear un entorno en el que los empleados de UPS se sientan cómodos llevando todo su ser al trabajo, sin ocultar quiénes son ni omitir detalles de la vida familiar.
Cuando me enfrenté al desafío de aceptación por parte de familiares cercanos, les dije que mis puertas estaban abiertas y que cuando decidieran participar en la mejor parte de mi vida, les daría (y lo hice) la bienvenida”, dijo Barbara. “Uno no necesita aprobación. Hay que criar a los hijos lo mejor que se pueda y vivir una vida auténtica”.
