En 2017, ocho meses después de incorporarse a UPS, Hulya Pinarbasi ayudó a su equipo a prepararse para la mudanza al nuevo y moderno centro de Eindhoven. Después de meses de arduo trabajo, la primera instalación de clasificación automatizada de los Países Bajos estaba lista, y Hulya fue ascendida a responsable de equipo.
Había vivido en Turquía los 23 años anteriores, y regresar a su país nativo había sido una importante y bienvenida transición.
“Todo iba bien”, recuerda. “Tenía una buena vida”.
Pero poco después de su ascenso, Hulya descubrió un bulto en el pecho. Después de una visita al médico, las noticias comenzaron a llegar de forma precipitada. Los exámenes detectaron glándulas y tejido canceroso.
“Era tarde, pero no demasiado tarde. No podía creerlo”, indica. “Finalmente estaba viviendo mi vida y tenía que detenerme”.
A pesar de tener un trabajo exigente y de los efectos de la quimioterapia, Hulya decidió no tomarse un permiso por enfermedad. Decía que, con su vida personal de cabeza, el trabajo era el único lugar en que se sentía normal.
Fue en su grupo de ejercicio dos veces por semana para pacientes con cáncer de mama donde conoció a Paulette Kreté. Su amistad inmediata terminaría en una poderosa colaboración.
Saber y después actuar
A principios de 2019, Paulette recibió el diagnóstico de una variante de cáncer de mama no detectable por medio de la tecnología de mamografía. Durante el proceso, ella y su esposo, Tom Sanders, se enteraron de que las mamografías suelen no detectar tumores en mujeres menores de 50 años.
Tom, que es ingeniero, comenzó su propia investigación del motivo por el que la tecnología de diagnóstico por imágenes era ineficaz en las mujeres más jóvenes y, con el tiempo, creó un prototipo con la esperanza de mejorar la detección. Su idea ganó un premio de 25 000 EUR, que la pareja usó en investigación y desarrollo adicional.
En medio de la pérdida, se formó una fundación
Después de dos operaciones y una recuperación, Hulya decidió que quería ayudar a otros a combatir el cáncer. Fue su amiga Paulette quien le preguntó si estaría dispuesta a poner su nombre, sus habilidades y su pasión al servicio de una nueva fundación.
Esa fundación finalmente se convertiría en la Fundación YvYa, una combinación del nombre de Hulya y de Yvonne, una amiga de la misma clase de ejercicio que perdió la batalla contra el cáncer.
La fundación tiene como objetivo ayudar a las personas a entender que cualquiera puede tener cáncer de mama y que la detección temprana puede suponer una gran diferencia en el éxito del tratamiento.
La Fundación YvYa actualmente está recaudando 50 000 EUR para un prototipo de la idea de Tom que generará imágenes 3D que ampliarán el alcance de la tecnología de detección actual. Hasta mediados de marzo, la Fundación YvYa había recaudado más de 30 000 EUR.
Mientras tanto, Hulya recibe tratamiento periódico, intenta tomar decisiones saludables y expresa gratitud por su recuperación.
“No tener el control da miedo, pero la aceptación trae paz”, explica. “Simplemente vivo en el aquí y el ahora e intento disfrutar de cada momento”.